ILUSTRAR UN POEMA

Como ya sabéis una de las cosas que más me gusta ilustrar son poemas. Muchas veces, también me gusta “poemizar” dibujos, pero de eso hablamos en otro post.

Básicamente consiste en poner imagen a un texto, en este caso concreto, a un poema. Personalmente, la poesía me parece un estimulo creativo brutal. Desde que me enamoré por primera vez con 15 años empecé a leer poesía, porque me hacía sentir menos sola con todo lo que estaba sintiendo y me ayudaba a poner palabras a mis emociones. La poesía que me gusta es la que utiliza las palabras con tal destreza que son un homenaje a la belleza, que te alimentan el alma y crean imágenes imposibles en tu cabeza (otro día hablamos de lo que yo considero que no es poesía, pero que la clasifican así…)

Algunos de mis libros de poemas preferidos
Algunos de mis libros de poemas preferidos

POR DÓNDE EMPEZAR

Creo que primero tenemos que encontrar los poetas que nos inspiren. Esto es un proceso de investigación orgánico que puede durar años (o toda la vida). Nuestros gustos también cambiarán según nuestra edad o nuestra situación emocional.

Lo importante es buscar, leer, ser crítico, no dejarse llevar por las modas y para mí, lo más importante, fijarse mucho en los clásicos. Lo antiguo nos hace ver el presente de otra manera. Aprendemos a reciclar ideas, a compararlas con las actuales y a apreciar las palabras ya dichas.

Así que selecciona varios poemas de diferentes poetas; ya tienes tu base para ilustrar. En mi página de Amazon os recomiendo un montón de libros de poesía (y no poesía 😉 ).

(O si eres un valiente, atrévete a escribir también tu propio poema).

PRIMERO SIENTE…

Cuando leo un texto (y más aún un poema) que tengo que ilustrar primero siento. Dejo que se creen imágenes libremente, sensaciones o que despierte recuerdos. La mayoría de veces me viene una imagen o idea, como un flash. Normalmente esa es la idea buena, la que viene del subconsciente, la que no está tan pensada. Luego siempre podemos pulirla o adaptarla. Pero creo que es importante hacer caso al instinto o la intuición; la mayoría de veces va por delante de nosotros mismos.

…LUEGO ANALIZA

No siempre tenemos una idea a la primera que nos venga como un flash a la mente. En ese caso, siempre nos quedan algunas herramientas de análisis que nos ayudarán a forzar un poquito la imaginación. Una de las cosas que a mí más me funcionan es releer el poema y subrayar las palabras que son cosas concretas que se podrían dibujar. Por ejemplo, un objeto o color. Descartando o dejando en segundo lugar palabras abstractas más difíciles de plasmar, como emociones o estados de ánimo.

Con este conjunto de palabras, intento hacer relaciones entre ellas. Esto ayuda a la mente a crear imágenes más concretas de objetos conocidos.

Ilustración para un poema del libro Apnea ilustrada.
Ilustración para un poema del libro Apnea ilustrada

No hace falta que utilices todos los conceptos, a veces con 2 o 3 es suficiente. Fíjate en la imagen; he subrayado las palabras que me ayudaron a crear la ilustración. Creo que es importante que hayan pocos puntos de atención, para que así el mensaje sea más claro y directo. Menos siempre es más.

Espero que pongáis en práctica los consejos que os he explicado. ¡Me encantaría poder vuestras ilustraciones a partir de poemas!

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